Mulata de Tal

Puntos:★★★★★
Categoría:Libros
Género: Literatura & Realismo Fantástico
Autor:Miguel Ángel Asturias
Miguel Ángel Asturias Rosales.
(Ciudad de Guatemala, 19 de octubre de 1899 – Madrid, 9 de junio de 1974).
Escritor y diplomático guatemalteco.

Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1967.
Dos años antes, había obtenido el Premio Lenin de la Paz.
Si por algo me seduce la Mulata de Tal, es por su lenguaje; no menos me seduce que sea novela picaresca, contada como cuento del camino, como las historias que se oyen en boca de peones deslenguados a luz de la lumbre en las haciendas, o en tardes de ocio por barberías de pueblos centroamericanos, en boca de léperos irreverentes.

Celestino Yumí, un pobre desventurado, no será sino víctima de las burlas perversas del diablo Tazol, diablo de pura envoltura sin sustancia —el tazol, o la tuza que envuelve la mazorca del maíz sirve, antes que nada, para encender los fogones; y una llamarada de tazol es siempre efímera, y risible—. Tazol obliga a Celestino a entrar con la bragueta abierta a la iglesia en media misa, lo obliga luego a entregarle en cuerpo y alma a su mujer Catalina Zabala, pobre víctima de las calumnias del diablo lenguaraz que la afama de adúltera, para luego devolvérsela convertida en pastorcita de barro de los que adornan los Nacimientos, metida dentro de la caja secreta de donde él va sacando las riquezas prometidas, y no resucitará sino en forma de enana de circo, cuando se resuelve al fin a sacarla también de la caja.

Tazol, juguetón con las almas, le había entregado por nueva mujer a la mulata de tal, que nunca llegará a tener nombre propio, tetona culona y desgreñada, un portento de carnes que no es sino el diablo mismo, un endriago que a la hora de la cópula no le da a Celestino sino la espalda y lo obliga al pecado contra natura, la peor mancilla de todos los sueños de sus glorias carnales de pobre desgraciado; y por fin lo pierde Tazol en las riquezas sin fin para después quitárselas, y convertirlo, a su vez, en enano, a petición vengativa de su esposa Catalina, hasta que los volverá brujos a los dos, servidores suyos, en Tierrapaulita, que es tierra de aquelarres, el pueblo de las más pícaras brujerías al que se llega por un camino desaforado, camino de léperos, al fin y al cabo.

El lector correrá al parejo con el novelista por un territorio encantado e inventado; en carrera desbocada irá viendo que ocurre de todo, como debe ocurrir siempre en las novelas, viendo lo que ocurre estallar en alboradas de pólvora, que es divertido y es risible; la mejor moraleja de las novelas desde los tiempos de Cervantes y de Henry Fielding, el mejor embrujo y la mejor magia de la Mulata de Tal; una novela de demonios burladores, brujos concupiscentes, compadres envidiosos, mulatas encandiladas, curas malandrines y sacristanes redomados, urdida en palabras que chisporrotean sollamando a los cielos tal si el mundo fuera a acabarse en encantamientos.


Pintura: Mulata de Tal I, óleo sobre tela por Leonel Maciel
¡hola, amigo!

6 comentarios:

marea_alta (rata alada) dijo...

yo he leido "hombres de maiz".. me encanto...


puro realismo magico donde hace un repaso desde las primeras sociedades hasta el liberalismo y como no, el capitalismo.

marea_alta (rata alada) dijo...

tomo nota de "mulata de tal"

un Autista Dislèxico dijo...

...pasaron 40 años para que retomara el realismo mágico Gracía Márquez, escribiendo "100 años de Soledad"

Eloise Barry dijo...

¿Qué tendrán los guatemaltecos, que me gustan tanto? De Asturias leí "Señor Presidente", pero nunca cayó en mis manos "Mulata de Tal". A ver si con un poco de suerte me agencio un ejemplar...

Isabel Drake (temible pirata) dijo...

Mapunto el mulata de tal, que con tu reseña me han dado ganitas de leerlo.

Francisco Javier Feliú Toledano dijo...

No he tenido el placer de leer "Mulata de Tal", por lo que indicas la "picaresca" es el motivo principal, veremos de hacernos con ella. Algún poemario pasó por mis manos, aparte de "El Sr. Presidente": vivencias durante la dictadura de Estrada Cabrera.