Juegos Prohibidos (Jeux interdits - 1952)


Puntos:★★★★★
Categoría:Cine
Género: Tragedia
Dirección:Rene Clement
Música:Narciso Yepes
Obra maestra, que nos ofrece una cruda visión rural de la Segunda Guerra Mundial, a través de la mirada de dos niños. Obtuvo un gran éxito de crítica y entre el público.

El Oscar y el premio en Venecia, concedido a René Clément por esta película, aparte de confirmar lo ya dicho, son buena muestra del impacto que produjo este filme. La II Guerra Mundial había terminado hacía siete años, pero las heridas de todo un continente, que se había situado no sólo al borde del caos, sino en las mismas fronteras de la autodestrucción, continuaban abiertas. El “neorrealismo taliano” seguía mostrando las secuelas de la brutalidad, sin tener de base ninguna referencia al conflicto; y el cine francés, optaba por el “olvido” a los años de ocupación y centraba todo su potencial, en un cine teñido de negro pesimismo, aunque siempre sin incidir de lleno en los penosos años pretéritos.

Empero, René Clément no quiso plegarse ante estas premisas y centró la temática de Juegos prohibidos, en la verdadera víctima de toda atrocidad bélica: el mundo de la infancia. Mediante las soberbias interpretaciones de los niños protagonistas (Georges Poujouly y Brigitte Fossey) y los acordes de la guitarra de Narciso Yepes, René Clément se adentra en el desconcierto de unos seres, que no entienden qué es lo que sucede a su alrededor, que ven que su mundo se desmorona, que se encuentran solos ante una situación que no tiene fin, que dejan de ser niños a una edad demasiado temprana, para acceder a los traumas de un mundo adulto, que se destruye de manera inmisericorde.



Suena "Romance anónimo", mientras alguien pasa las hojas de un viejo libro. La guitarra suspira, se compadece. Es una canción perfecta para el recuerdo, angustiosa pero esperanzadora. Así comienza todo, así acaba todo.

Junio de 1940.

Centenares de fraceses entre los que se encuentra la pequeña Paulette y sus padres, se dirigen en un desesperado éxodo hacia el sur de Francia. Los aviones alemanes sobrevuelan a este gentío, bombardeando sin piedad el camino. Los padres de Paulette y su perro mueren durante el ataque.

Alguien lanza el cadáver del animal al río y la niña, incapaz de separarse de su perro, decide seguirlo, lo que propicia su encuentro con Michel, un chico de once años hijo de unos granjeros que viven por la zona. Michell lleva a su asustada amiga a casa, donde es bien acogida por la familia Dollé...

Al final...con su corazón roto (todavía de barro...) Paulette, nos deja en la memoria su voz desgarradora, entonando un grito seco, un lamento sincero, una total soledad... "Michel...Michél...MICHÉL..." perdiéndose entre una multitud que ahoga su llamado ···

(así fué mi cotidianidad durante 3 años de postguerra, declarado como criminal gracias a las autoridades de "la liberación", por perder la guerra al lado de mis padres)


Consulten éstos enlaces:

1 comentario:

Miche Gaia dijo...

Vaya, qué buen argumento.
Es complicado ver una película así en TV a día de hoy. Por suerte, para quien aún puede disfrutar de un canal de TV como TCM CLASICOS, puede tener suerte y verla.
Por toda norma, me la apunto.

Un beso.